Probablemente el MEF habrá avisado en conversaciones con el tutor y en la agenda del niño/a reiteradamente sobre aquellos aspectos en los que éste debía mejorar para evitar una mala calificación: falta de interés, escasa participación, problemas de conducta, excesiva conflictividad, indumentaria inadecuada, nulos hábitos de higiene corporal, falta de atención, no presentación de trabajos del área o incluso, alguna problemática motriz que se debiera trabajar también en casa (sí, sí, deberes para casa de E.F) pero seguramente no se le dió demasiada importancia en su día o simplemente no se leyó la agenda.

¿Serán así los exámenes de educación física?
Sobre la evaluación en EF se ha escrito mucho. De una manera más teórica podemos leer el clásico de Blazquez o el documento de INCE. De una manera más práctica Rafael Ruiz presenta un modelo que incluye la autoevaluación del alumno y Francisco M. Ruiz Mayal nos ofrece una tabla de seguimiento diario de los ítems más comunes, similar a la que yo mismo utilizo.
Algo haremos mal, maestros y familias, cuando curso tras curso, trimestre tras trimestre, siguen las sorpresas, los disgustos y las incredulidades.