viernes, 2 de abril de 2010

Aprender a ir en Bici


Ahora que estamos en vacaciones de Pascua y que las familias solemos salir al campo y que estamos más predispuestos al juego y que podemos dedicarles más tiempo a nuestros hijos y que no sabemos que hacer con ellos tantos días en casa y etc, etc, etc ¡nos proponemos enseñarles a ir en bici!¡qué reto! para ellos y para nosotros...
Recordaba yo mis golpes, caídas, moraduras y rascones con la BH de mi primo que le quedó pequeña y que me pasó a mi, en el bacheado campo de fútbol de tierra junto a mi casa, cuando navegando por internet descubro métodos maravillosos para aprender y enseñar a ir en bici. Nada que ver con los de mi infancia que se resumían en uno: mi padre empujandome hasta que me soltaba, me caía y me volvía a levantar, temiendo más por el cachete de mi padre, por torpe, que por la caída en sí.
Así que me paso por el Decathlon a comprar casco, protecciones y bici a medida del nano y me dispongo a dar la clase magistral en una pista asfaltada, plana, sin obstáculos ni tráfico esperando que con toda la parafernalia y precauciones y teniendo un padre MEF, el chiquillo aprenda como por arte de magia. Pues no, se me cae cada dos por tres, pero en lugar del cachete le doy un abrazo y lo volvemos a intentar y cada vez un poquito mejor y cada vez llega un poquito más lejos y cada vez menos caídas y cada vez más seguro de sí mismo y cada vez se me cae más la baba... es lo que tiene el ciclismo y la paternidad.

1 comentario:

Pepe dijo...

Es genial ver como aprenden. Además cumple con los tres condicionantes de todo aprendizaje: significativo, valioso y memorable.
Mi sobrina con tres años empezó sin pedales y el equilibrio lo tenía perfecto. A los cuatro ya manejaba una con pedales.
El problema son las ciudades que no están preparadas para asumir la bicicleta como algo más que lo recreativo.
Con cinco años ya realiza las pedaladas reivindicativas y lleva grabado a fuego el lema "Carril bici ya, Melilla huele a humo", algo de concienciación crítica.