miércoles, 24 de noviembre de 2010

Tragedia en el patio

Ayer, en el IES de Villamarxant, un pueblo de la comarca a escasos 15 minutos de mi centro, un alumno de 4º de ESO del sufrió un accidente durante la clase de Educación Física que le costó la vida. Como padre no puedo imaginar el dolor de la familia. Como MEF también me cuesta imaginar lo que pasará por la cabeza del compañero docente. Parece que está claro como sucedió: el chaval se colgó del aro y la canasta se partió cayéndole encima. Los detalles varían según si lees la noticia aquí, aquí, aquí o aqui.
No es momento ahora de críticas aunque sí que habrá que investigar en profundidad para evitar en lo posible que pueda volver a suceder a otro chaval en otro centro algo similar. Tampoco estaría de más que cada uno de nosotros reflexionara sobre las condiciones en las que imparte la clase de E.F. Pero ese es otro tema. Desde aquí mi más sentido pésame a la familia y mi ánimo para toda la comunidad educativa del IES.

7 comentarios:

David Argente dijo...

Estoy contigo Juan. Es una auténtica fatalidad. Cómo MEF hay que reflexionar y tener presente cómo intentar mitigar, en lo posible, los peligros que pueden aparecer. Pero tambien hay que hacer consciente al alumnado y a la comunidad educativa de su responsabilidad para que estos accidentes fatales no ocurran.
Un saludo

Pedro dijo...

Es terrible lo ocurrido; es imprescindible una revisión periódica por parte de cada centro del estado de las instalaciones y materiales.Nuestra área se imparte en un lugar más propicio para accidentes;los que son imposibles de controlar como los tropeones, caidas,pequeñas heridas,..no podemos hacer nada para evitarlos, pero si tenemos que controlar los evitables.
Un saludo.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con tu comentario, Pedro, pues en mi instituto llevamos 4 años denunciando el estado pésimo del pavimento de las pistas. El material con el que se construyeron es altísimamente abrasivo, están agrietadas por bastantes sitios y con muchas acumulaciones de grava suelta, que se desprende del propio asfalto y que convierte en un peligro cualquier actividad. Cualquier caída, por nimia que ésta sea, se convierte en una herida abierta en el 95% de los casos, con introducción de gravilla en las mismas. En lo que llevamos de trimestre llevamos contabilizados y registrados más de 25 accidentes con herida abierta y las consiguientes roturas de ropa de los niños.
Sencillamente penoso una vez más la administración que "disfrutamos". Tal es la desfachatez que después de 4 años de denuncias de éste hecho, por registro de entrada en conselleria, y después de este trágico accidente, recibimos una carta de nuestra querida administración solicitándonos que REVISEMOS LAS INSTALACIONES Y QUE EXTREMEMOS LAS PRECAUCIONES!!!!!!
En fin, pasa lo peor, y es que ya hemos perdido la capacidad y la esperanza de sorprendernos...
Saludos
Ángel Ramírez

Pedro dijo...

Hola Ángel, no se exactamente en qué no estas de acuerdo; creo que hablamos de cosas diferentes.Yo me refiero a que si unas instalaciones están bien, pero un dia ves que hay rejillas rotas, cristales por la pista, zonas rotas,... pues tenemos que hacer frente a ello. Por lo que tú cuentas es que tu pista ya la construyeron mal, eso es diferente a lo que yo me refiero. Otra cosa es lo que haga la administración, ustedes habéis hecho hasta donde llegais no?
¿Crees que es posible controlar un tropezón en un juego de pilla-pilla? Yo pienso que no.
Me refiero con los accidentes evitables, es que si yo veo un día la pista con rejillas rotas, vallas con aristas, porterías en mal estado..., pues no salgo hasta que la arreglen.
La verdad que el caso que cuentas es penoso,pero creo que es diferente a lo que yo he querido decir.un saludo.

Marga Roura dijo...

Es una auténtica tragedia. Me dolió mucho cuando lo escuché y también pensé tanto en la familia como en el profesor como en los compañeros que vieron todo.

elmaestrojuan dijo...

Gracias a todos por vuestra comprensión. Como bien decís, hay que andar con mil ojos pero aún así, no todo está en nuestras manos. La administración tiene que estar ahí, actuando con garantías al construir y mantener; los chavales, aprendiendo a valorar mejor los riesgos; y los maestros revisando los materiales y adaptando la programación a las circunstancias. Un abrazo a tod@s.

Anónimo dijo...

Pedro, seguramente no me he explicado bien, a lo que me refiero no es a evitar tropezones, si no las consecuencias desproporcionadas que éstos tienen, debido a la porquería de pavimento que tengo (superabrasivo).
Felices fiestas.