Acaba el curso; a poner notas. ITACA, la aplicación informática de la Conselleria d’Educació, echará chispas durante las próximas semanas cuando todo el profesorado de la Comunidad Valenciana se ponga cara al ordenador a cumplimentar las calificaciones de la tercera evaluación y la final. Yo tengo que evaluar a siete grupos de primaria por E.F y al grupo de segundo, además, por Lengua castellana. Para la especialidad, repasaré registros de asistencia, aseo, compromiso motor, fichas, resultados de pruebas, etc. y para la Lengua, los exámenes de los temas, los cuadernos, los deberes… De todo ello saldrán las notas, cocinadas con rigor y también, por qué no, con cariño. Ya a finales de mes, vendrán las mamás a recoger los boletines y las “degustarán” con más o menos satisfacción y/o resignación. Hasta septiembre, buen verano.
Pero ¿y yo? ¿dónde está mi evaluación? ¿por qué no recibo yo también un boletín de notas? ¿qué he sacado en oratoria, en organización escolar, en metodología? ¿en la aplicación de mi programación he conseguido un sobresaliente o un cate? Nada. El vacio. A no ser que yo mismo tenga la honradez de auto-evaluarme sin caer en la auto-complacencia mi boletín virtual contará con un auto-mático aprobado. ¿Qué ha sido de aquellos métodos de evaluación de la práctica docente que estudiamos durante la diplomatura? ¿Dónde están los instrumentos y los agentes evaluadores? La calidad de la educación pasa, más que por cualquier otro elemento, por nuestra capacidad de crítica constructiva respecto a nuestra práctica diaria. Dada la dificultad para contar un evaluador externo (debe de ser difícil ya que nunca he conocido a ningún MEF que ni tan siquiera se lo haya planteado, bueno, vale, alguno hay por ahí), habrá que sacar tiempo de dónde sea para poder sentarnos, a solas, durante unas horas al menos, ante la película del curso que hemos dejado atrás y tener la valentía de reconocer nuestros puntos débiles y de plantearnos un trabajo de reajuste para el curso próximo. Para nosotros, los MEF, el curso no debería acabar hasta entonces.
4 comentarios:
Completamente de acuerdo con tu reflexión.Pero el curso no debería acabar sin esa evaluación para ningún maestro/a o docente que quiera merecer ese nombre... y personalmente, prefiero que se haga como lo hacemos algun@s MEF's, por pura profesionalidad, en vez de porque a alguna administración se le ocurra una escala que aplicarnos.
Nota: Eliminé el comentario anterior por errores tipográficos. ;-)
pero es que no sabéis lo que es una memoria? qué creéis que se hace en ella si no reflexionar y extraer elementos a mejorar? este mundo está lleno de innovadores jajajajaajaja.
Àngel R.
Gracias por tus comentarios a esta y a la otra entrada Angel, me alegro de que sigas pasándote de tanto en tanto por este blog, y más aún de leerte tan guerrero como siempre. Un abrazo.
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